
Countrymaking: El poder de cambiar la percepción global de una nación
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Hoy en nuestro blog de branding examinamos lo que hace que un país sea fuerte o débil mediante el cambio de las métricas tradicionales y la introducción de un nuevo marco: Countrymaking.
El FutureBrand Country Index mide la fuerza de la percepción de los países de todo el mundo de la misma manera que estudiamos las marcas de consumo o corporativas. Ahora, en su segunda década, el Índice clasifica a los 75 países más importantes del Banco Mundial por PIB, de acuerdo con la fuerza de la percepción.
El Índice examina lo que transforma a un país de un lugar en el mapa a un lugar en el que nuestros encuestados desean invertir, vivir, visitar y comprar bienes y servicios. Los países han sido tradicionalmente medidos y clasificados por medidas de poder; PIB, tamaño de la población, e incluso el arsenal nuclear de un soberano. Sin embargo, en el día de hoy, cuando nuestro mundo se define por los cambios rápidos, ¿Estas medidas siguen teniendo sentido en la clasificación de las naciones?
Las tendencias tecnológicas están cambiando el mundo en el que vivimos: IOT, tecnología inteligente, el comienzo de 5G. Los cambios socio-políticos están cambiando la forma en que vivimos en formas grandes y pequeñas. Los países están lidiando con temas como la inmigración, los derechos a las armas y las provisiones de la red de seguridad social como la salud y la educación. El movimiento de solidaridad mundial hace un llamamiento a las naciones de una manera diferente a como nunca antes lo había hecho. Nuestro mundo natural también se está transformando rápidamente: La Organización Meteorológica Mundial (OMM) informa de que el cambio climático sigue acelerándose. Nuestra pasión por la conveniencia contribuyó a la creación del Great Pacific Garbage Patch, la mayor acumulación de plástico oceánico del mundo -aproximadamente el doble del tamaño de Texas o tres veces el tamaño de Francia- flotando entre Hawaii y California.
Cuando consideramos la combinación de estos factores en nuestra consultoría de marca, nos vemos obligados a descartar el paradigma histórico para medir la fortaleza del país: el crecimiento del PIB. Frente a esta compleja realidad, se siente insuficiente. En cambio, nos vemos obligados a considerar cómo reaccionan los países, cómo lograr el equilibrio e incluso cómo prosperar en la nueva dinámica de hoy en día. Concentrándose en el desempeño de los países, analizamos qué es lo que hace que un país sea fuerte o débil mediante el cambio de las métricas tradicionales y la introducción de un nuevo marco: Countrymaking.
Countrymaking es un conjunto optimizado de creencias compartidas, enraizadas en la experiencia y el propósito, que tiene el poder de cambiar la percepción global de una nación. El objetivo explícito del countrymaking es impulsar el turismo, la inversión y la elección de los consumidores a la hora de comprar bienes y servicios de un país.
De esta manera, countrymaking actúa como una fuerza equilibradora, colocando a los países con PIB más pequeños en una posición comparable con las naciones más tradicionalmente dominantes. Y el resultado neto establece un orden mundial completamente nuevo.