BLUEN

El reto

Crear una marca que represente el nuevo producto de Symborg y genere preferencia entre sus públicos objetivos (agricultores, distribuidores, instituciones públicas, etc.). Declinarla al packaging y a los materiales de comunicación garantizando su consistencia y coordinar, junto a Weber Shandwick, el lanzamiento internacional del producto para dar a conocer este proyecto.

Symborg, compañía líder del sector de los biofertilizantes basados en biotecnología agrícola, nos trasladó el reto de crear la marca de su nuevo producto BlueN, el primer biofertilizante de nitrógeno de máxima eficacia que llega al mercado. Era necesario poner en valor la novedad que suponía este lanzamiento, ligándolo con Symborg como marca corporativa, y haciendo foco en lo que aportaba para el mundo agrícola.

Solución

Partiendo de un análisis para la mejor comprensión del producto, y los drivers de su público objetivo, se definió una estrategia de marca anclada en una idea central muy emocional: “Por la agricultura, por el mundo”. Esta idea es la síntesis de lo que Symborg quiere ofrecer con este nuevo producto: su esfuerzo en innovación con el fin de mejorar nuestro entorno y en definitiva, poner la ciencia al servicio de la agricultura y las personas. Esta idea se articuló a través de 3 valores de marca: transformadores, biobelievers, y generosos que sentaron las bases estratégicas de la nueva marca.

A nivel de arquitectura de marcas se trató de reforzar la relación de BlueN con Symborg a través de un endoso que crea valor para la marca corporativa al tiempo que respalda el nuevo producto (BlueN, shared by Symborg).

La identidad visual combina trazos geométricos que aportan expertise y confianza, con terminaciones redondeadas y abiertas que trasladan la cercanía y generosidad intrínseca a la idea de marca. Predominan las formas orgánicas, con una tipografía a la vez clásica y contemporánea, consiguiendo de nuevo el equilibrio entre la agricultura y la ciencia, y mostrando al mundo el regalo de Symborg.

El siguiente paso fue declinar la identidad aprobada a un packaging diferencial y muy reconocible, así como en diversos materiales que ayudasen a los equipos a comunicar el nuevo producto de forma alineada y consistente con el contenido de marca definido. Esta estrategia e identidad también se trasladaron a dos videos, uno corporativo y otro testimonial de agricultores, que permitieron mostrar el potencial de la nueva marca de una forma sencilla, cercana y emocional.

Por último, trabajamos, junto a nuestros compañeros de Weber Shandwick, en hacer que esta marca cobrara vida en el lanzamiento internacional del producto. Un total de 2 días y 2 eventos que permitieron presentar la marca ante instituciones, medios, clientes y distribuidores de más de ocho países del mercado internacional.

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